Soñamos con personas íntegras y responsables, que se conviertan en felices y alegres: personas capaces de cambiar el mundo. Así, nuestras metodologías, espacios, experiencias y modelos de convivencia que proponemos tienen como finalidad que nuestros alumnos alcancen el objetivo de consolidar su identidad, y también de transformar la sociedad en la que viven.
Personas en proceso constante de autoconocimiento, responsables, libres, autónomas y emocionalmente inteligentes.
Sujetos de encuentro, abiertos, dialogantes, acogedores, empáticos y compasivos. Miramos a los demás y al mundo con una mirada respetuosa, positiva y constructiva.
Protagonistas de nuestro aprendizaje, autónomos y reflexivos. Miembros activos de nuestra comunidad. Creativos, capaces de asumir cambios y convertirse en creadores de nuevas posibilidades.
Transformadores sociales, proactivos, inclusivos y sensibles a las diversas realidades, con espíritu crítico y ético; dotados de una mirada comprensiva y crítica del entorno. Nos sentimos comprometidos con la sostenibilidad del planeta, la ética y la justicia social.
Creyentes teresianos, cultivamos nuestra interioridad y espiritualidad, estamos abiertos a la trascendencia y a la relación con Dios, bajo la luz de los valores teresianos que nos identifican.
“Para nosotros, el colegio Padre Enrique de Ossó ha supuesto formar parte de una familia, la familia teresiana. No sólo estamos satisfechos con la formación académica de nuestros hijos, sino también con la excelente labor que han hecho para formarles como personas que en un futuro van a tener que estar preparados para cualquier situación”.
-P. Maroto
Soy antigua alumna y actualmente madre de dos alumnos del centro. Para mí, el colegio ha sido y sigue siendo mi casa. Destacaría el gran cariño y acompañamiento por parte del profesorado. Aparte de conocimientos, forman personas aportándonos valores como la humildad, la solidaridad, la amistad y el respeto hacia los demás ¡Orgullosa de formar y de que mis hijos formen parte de esta gran familia!”
-M. Sereno
La escuela Padre Enrique de Ossó es la familia educativa que nosotros, como padres, hemos elegido para nuestros hijos. Mi familia está vinculada a la escuela desde hace veinte años. En esta escuela los chicos y chicas han alcanzado un nivel académico elevado, que les ha servido para continuar sus estudios e incorporarse al mundo laboral. Pero yo destacaría el trabajo de todo el equipo escolar para acompañarles en su infancia y adolescencia. Les han ayudado a forjar su carácter, a superar inseguridades, a afrontar nuevos retos y asumir valores personales que permanecerán en ellos. Siempre hemos tenido una comunicación directa y de confianza con el colegio para conseguir nuestro objetivo: el bienestar de nuestros hijos”.
-M. Iglesias
“Después de pasar quince años en la escuela, puedo decir con seguridad que el Padre Enrique de Ossó ha sido mi segunda casa. Aquí he crecido como estudiante y como persona. También es el lugar en el que he forjado mis amistades hasta el día de hoy. Los profesores me enseñaron el valor de la empatía y el respeto a los demás. Gran parte de lo que soy hoy es gracias a todo lo vivido en la escuela”.
-A. Parreño
